¿Quieres renovar el suelo de tu casa sin las molestias de los métodos de instalación tradicionales?
No busques más: ¡la tarima flotante!
Esta opción versátil permite una instalación y un mantenimiento sencillos, por lo que es una opción popular entre los aficionados al bricolaje.
En este artículo, te guiaremos a través del proceso de instalación de tarima flotante mediante un sistema de cierre clic.
Desde la preparación del espacio hasta la colocación de las planchas, tenemos todo lo que necesitas.
Empecemos a transformar tus suelos con tarima flotante
Qué es la tarima flotante
Una opción viable para muchos propietarios de viviendas y negocios es un tipo de suelo que se apoya sobre el subsuelo, en lugar de clavarse o pegarse.
Este tipo de suelo está disponible en diversos materiales, como vinilo, parquet y laminado.
Este tipo de suelo, denominado flotante debido a su falta de fijación estricta, tiene algunas ventajas claras.
Facilidad de instalación: La instalación de un suelo flotante es un proceso mucho más sencillo que los estilos de suelo más tradicionales, ya que sólo lleva unas horas y no requiere conocimientos especializados.
Además, al no requerir adhesivos ni clavos, el suelo puede utilizarse nada más instalarse.
Adaptabilidad: El hecho de que no esté permanentemente unido al subsuelo lo convierte en una gran elección para quienes quieran cambiar de suelo en el futuro.
Además, la tarima flotante puede instalarse sobre diversos subsuelos, como madera contrachapada, suelos existentes u hormigón.
Coste efectivo: Además de ser más fácil de instalar, este tipo de tarima también suele ser más económica que la tarima tradicional.
No requiere las mismas técnicas de instalación especializadas ni adhesivos, por lo que resulta muy económico. Además, puede añadir un aspecto de gama alta a cualquier espacio, sin el precio de gama alta.
En definitiva, la tarima flotante es una opción versátil y práctica para diversas aplicaciones. Es fácil de instalar, adaptable y rentable, lo que la convierte en una opción ideal para muchos.
Ventajas de la tarima flotante
Una de las principales ventajas de instalar una tarima de tipo clic es la rentabilidad.
Este sistema no requiere ningún adhesivo para su instalación, lo que te ahorra dinero en los costes de instalación.
Además, puede colocarse sobre el suelo existente, eliminando la necesidad de retirar el material antiguo.
Esto significa que puedes disfrutar de una instalación más rápida y ahorrar dinero en el proyecto.
Además, este tipo de revestimiento es muy versátil.
Se puede instalar en cualquier zona, incluso en aquellas con fluctuaciones de temperatura y humedad.
Esto lo hace ideal para quienes desean hacer cambios frecuentes en su decoración.
Además, su fácil desmontaje permite sustituirlo sin problemas.
En definitiva, las ventajas de este suelo lo convierten en una gran opción para quienes buscan una solución económica y flexible.
Ahorro de costes
Una de las principales ventajas de instalar tarima flotante en tu casa es el ahorro de costes que supone.
A diferencia de la madera dura o la baldosa, este tipo de suelo es más asequible y fácil de instalar, por lo que puedes disfrutar de su belleza y durabilidad a un precio más bajo y posiblemente incluso ahorrar más dinero haciéndolo tú mismo.
Además, el aislamiento de las tiras de espuma ayuda a reducir tus gastos energéticos, ya que mantiene tu casa a temperaturas agradables durante todo el año sin necesidad de productos o servicios de limpieza caros.
Otra gran ventaja de la tarima flotante es su versatilidad.
Puede instalarse sobre cualquier tipo de subsuelo sin necesidad de repararlo o prepararlo previamente.
Y si se daña una lama, puedes sustituirla fácilmente sin tener que cambiar todo el suelo, lo que supone un importante ahorro a largo plazo.
En general, instalar tarima flotante puede ser una forma estupenda de mejorar la estética, la durabilidad y la eficiencia energética de tu casa, y de paso ahorrar dinero.
Fácil instalación
Una de las principales ventajas de las tarimas flotantes es su sencilla instalación.
En lugar de necesitar clavos o cola para fijar las planchas al subsuelo, estos suelos emplean un sistema de encaje que conecta rápidamente las piezas individuales.
Esto ahorra mucho tiempo, ya que evita la necesidad de herramientas especiales o de una instalación experta.
Además, las tablas pueden retirarse o sustituirse fácilmente, por lo que el mantenimiento y las reparaciones son tareas sencillas.
Con un poco de orientación y paciencia, hasta un principiante puede colocar fácilmente suelo laminado flotante en una habitación.
Antes de empezar el proceso de instalación, es importante preparar bien el subsuelo.
Esto garantiza una base lisa y firme para tu suelo, por lo que el subsuelo debe estar nivelado, limpio y seco.
Después, instala tiras de espuma a lo largo de las paredes para proporcionar aislamiento acústico y térmico.
A continuación, coloca las planchas al tresbolillo, dejando un espacio de 8-15 mm entre la pared y el suelo para la dilatación.
El sistema de enclavamiento hará que encajar las planchas no suponga ningún esfuerzo, y cuando hayas terminado, puedes recortar las planchas que deban ajustarse alrededor de obstáculos, como marcos de puertas y rejillas de ventilación.
Ya puedes disfrutar de la belleza de tu nueva tarima flotante, fácil de instalar.
Adaptabilidad de la tarima flotante
Instalar un suelo nuevo puede ser una tarea desalentadora, pero la adaptabilidad de las soluciones modernas para suelos ha hecho que sea más fácil que nunca transformar el aspecto de cualquier habitación.
Los suelos superpuestos se han hecho cada vez más populares en los últimos años por su facilidad de instalación y versatilidad.
Este tipo de suelo puede colocarse sobre superficies ya existentes, como hormigón, vinilo o baldosas, ofreciendo una forma rápida y rentable de mejorar el aspecto de una habitación.
Además, los suelos superpuestos pueden utilizarse en cualquier habitación de la casa, incluso en las que experimentan altos niveles de humedad, como el baño o la cocina.
Una de las razones por las que los suelos superpuestos son tan convenientes es porque pueden instalarse con una gran variedad de materiales.
Los propietarios pueden elegir entre madera dura, laminada o de ingeniería para crear un aspecto personalizado para sus suelos.
Además, se pueden utilizar distintos tipos de contrapisos para reducir el ruido, aislar y crear una superficie nivelada para el suelo.
El mantenimiento y reparación de los suelos superpuestos también es bastante sencillo.
Si se daña una plancha, se puede retirar y sustituir rápidamente sin tener que rehacer todo el suelo.
Además, al no estar pegado ni clavado, puede retirarse fácilmente y sustituirse por otro tipo de suelo en el futuro.
Por último, al no estar unido al subsuelo, el suelo superpuesto puede expandirse y contraerse con los cambios de temperatura y humedad.
Esto evita que se deforme y se pandee, y también permite utilizarlo con sistemas de calefacción radiante, lo que lo convierte en una gran opción para mantener los pies calientes en invierno.
Fácil mantenimiento
Mantener un suelo laminado flotante es una tarea fácil que exige poco esfuerzo.
Este tipo de suelo es incluso más fácil de mantener que otras variedades debido a su superficie uniforme sin grietas.
Para mantener un buen aspecto, barrer o aspirar con regularidad elimina la suciedad y el polvo.
Las manchas persistentes pueden eliminarse con una fregona húmeda.
Evita utilizar productos químicos agresivos o limpiadores abrasivos, ya que pueden estropear la superficie.
La ventaja del suelo laminado flotante es que es resistente a los arañazos y abolladuras.
Esto significa que no tienes que preocuparte por los daños que puedan causar los niños o las mascotas cuando juegan o corretean.
Para evitar arañazos, coloca almohadillas de fieltro en las patas de los muebles. Cuando tengas que mover muebles pesados, utiliza una carretilla o deslizadores.
Los suelos laminados flotantes también son resistentes al agua y la humedad, por lo que son óptimos para usar en cocinas y baños.
Sin embargo, es esencial fregar inmediatamente cualquier derrame para evitar que el líquido se filtre por las juntas y cause daños.
Quienes vivan en una zona húmeda deben utilizar un deshumidificador para reducir la humedad del aire y evitar que el suelo se deforme.
Por último, el suelo laminado flotante es una solución duradera y resistente que requiere un mantenimiento mínimo.
A diferencia de otros tipos de suelo que necesitan un repintado o sustitución periódicos, el suelo laminado puede conservar su belleza durante años con los cuidados adecuados.
Esto lo convierte en una opción rentable para los propietarios que buscan un suelo atractivo y de bajo mantenimiento.
Cómo colocar una tarima flotante
Cuando se trata de instalar una nueva superficie, uno de los pasos más esenciales es asegurarse de que la zona esté nivelada, limpia y seca.
Esto no sólo garantizará la longevidad del suelo, sino que también hará que el proceso de instalación sea mucho más fluido.
Además, es importante tomar medidas exactas antes de comprar los materiales para evitar que se desperdicien o falten.
Una vez tomadas las medidas y adquiridos los materiales necesarios, el paso inicial en la colocación de una tarima flotante es colocar tiras de espuma a lo largo del perímetro de la habitación.
Estas tiras actuarán como aislante, tanto acústico como térmico, y también permitirán la junta de dilatación necesaria entre el suelo y las paredes.
Una vez instaladas las tiras de espuma, el siguiente paso es colocar el contrapiso.
Se trata de una capa fundamental que proporcionará una superficie lisa para el suelo y también amortiguará el ruido.
El contrapiso puede fijarse directamente a las tiras de espuma o venir como una capa preadherida en la parte posterior de las tablas del suelo.
Una vez colocada la base, es hora de empezar a colocar las tablas del suelo.
Utilizando el sistema click-lock, fija las tablas entre sí, dejando el espacio de dilatación necesario junto a las paredes.
Mientras se colocan las tablas, es esencial examinar periódicamente la nivelación y ajustar si es necesario.
Cuando todas las planchas estén colocadas, corta las tiras de espuma adicionales a lo largo de los bordes e instala las piezas de transición necesarias a lo largo de las puertas o entre distintos materiales de suelo.
Siguiendo estos pasos correctamente, colocar un suelo flotante puede ser un proceso sencillo que se puede llevar a cabo con facilidad.
Materiales y herramientas necesarios para la colocación
Para colocar un suelo nuevo, es necesario reunir los materiales y herramientas adecuados.
Para empezar, mide con precisión el espacio que vas a cubrir para obtener la cantidad adecuada de tablones.
Además, para proporcionar aislamiento y crear una sensación acolchada, se necesitan tiras de espuma, así como una sierra para cortar las tablas a medida.
Además de las planchas, también es esencial una capa base.
Esta capa de material proporciona amortiguación, reduce el ruido e iguala las irregularidades del subsuelo.
El tipo de subcapa depende del subsuelo; por ejemplo, en un subsuelo de hormigón, se necesita una subcapa que sirva de membrana antihumedad.
Para unir las planchas, se necesita un taco para golpear, una barra de tracción y una maza de goma.
Además, para cortar la capa base y las tiras de espuma, se necesita una navaja multiusos o un cúter para laminados.
También una cinta métrica, un lápiz, una escoba y un recogedor también son esenciales para medir y limpiar el suelo antes de la instalación.
En conclusión, los materiales y herramientas necesarios para colocar un suelo nuevo incluyen tablones, tiras de espuma, sierra, capa base, taco para golpear, barra de tracción, mazo de goma, cuchillo multiusos, cortador de laminado, cinta métrica, lápiz, escoba y recogedor.
Pasos a seguir para colocar tarima flotante
Antes de empezar la instalación, es esencial preparar la habitación.
Esto incluye retirar cualquier revestimiento de suelo existente, sanear el subsuelo y asegurarte de que esté uniforme y seco.
Además, añade tiras de espuma alrededor de las paredes para crear un hueco que permita al suelo expandirse y contraerse.
Toma medidas precisas de la habitación para identificar la cantidad de suelo y contrapiso que se necesitará.
Después de hacer estos preparativos, es hora de empezar a colocar la tarima flotante.
Para empezar, comienza en una esquina de la habitación y trabaja hacia fuera.
Coloca el contrapiso para proporcionar aislamiento y amortiguación.
Une las planchas de encaje clic y escalona las juntas para conseguir un aspecto natural.
Utiliza un taco para golpear y un martillo para fijar bien cada fila.
Al llegar a la pared opuesta, puede que tengas que cortar la última plancha para que encaje.
A continuación, coloca los zócalos o molduras para cubrir el hueco y completar la instalación.
Una vez terminada la instalación, es esencial cuidar el nuevo suelo.
Esto incluye evitar la humedad excesiva, protegerlo de arañazos y abolladuras con protectores para muebles, y limpiarlo regularmente con un cepillo suave o una aspiradora.
Con el mantenimiento adecuado, un suelo flotante puede durar años y ofrecer una opción de suelo bonita y duradera.
Conclusión
En conclusión, instalar suelo laminado flotante puede ser una forma rentable y fácil de actualizar el suelo de tu casa.
Tanto si decides utilizar un adhesivo como un sistema de encaje, es importante que te asegures de que el suelo está nivelado, limpio y seco antes de empezar el proceso de instalación.
Si sigues los pasos descritos en este artículo y tomas las medidas exactas antes de comprar los materiales, podrás crear una tarima flotante bonita y duradera que perdurará durante años.
Por su adaptabilidad, fácil mantenimiento y ahorro de costes, la tarima flotante es una gran opción para cualquier propietario que desee mejorar el interior de su casa.
Si te interesa este tipo de soluciones para tu suelo, no lo dudes, consúltanos.
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